miércoles, 8 de octubre de 2014

Amelie en busca de la canica perdida

La pequeña Amelie esta contenta
porque ahora más que nunca tiene el control
de su vida.
Por muy malas ventas que haga,
por culpa de las barreras idiomáticas
que sufren los clientes
con las operadoras sudamericanas,
a ella le resbala.

Se dice en voz alta y muchas veces
ooooommmmmmmmm
(aunque le tachen de rara)
monta en el coche sintoniza con las ñoñerias de la kissfm
y a correr cual gacela a casa.

Poco importan los porcentajes
si al llegar al hogar hay potaje.
Lentejas resquemadas para curar el alma
y besos con sabor a mermelada.

Sí, la pequeña Amelie seguirá buscando 
hasta en las oscuridades más recónditas
la canica perdida.













Porque si uno quiere la vida es de colores,
aunque cueste una vértebra,
(siempre y cuando no ... bueno eso es otro tema)


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