Enraizada, encarnizada,
me hago fotos a mi mísma,
(valga la redundancia)
y hasta las publico
porque no soy invisible
porque agosto me ha devuelto
el reflejo de la carne.
Soy sin ti y con ellos
soy por ti y sin ella.
Soy de carne y hueso
aunque me beba la sangre de su cuello.
Soy con un diente más grande que el resto
y una neurona menos.
Soy os guste o no,
con propósitos de año nuevo
como cada hijo de vecino.
Recuerdo como en el otro blog
los planteaba cada mes de junio
propositos 2010
propositos 2011
(uno de ellos lo he cumplido este año,
el de viajar con mi madre antes de que fuera tarde).
Los del 2012 se fueron realizando
poco a poco en tierras leonesas
y los del 2013 los cumplí a ratos en los minidescansos
que un bar recién abierto me dejaba.
Este año
únicamente deseaba no sentir dolor,
que la fibromialgia me abandonara
para saber como se sentía el resto
para volver a sentirme útil
para dar tregua a mi sistema.
Y ocurrió!
Y mejoré!
Y en esas estamos,
disfrutando de estar vivos y sanos
aunque locamente enamorados
porque no concibo otra manera
más cuerda de estarlo.